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En las obras de ampliación de la explanada junto a la ermita en 1953, aparecieron varias estelas funerarias, no presidiendo tumbas sino enterradas; lo que hace suponer que  a la construcción de la ermita  (1220-1280)  sobre el primitivo cementerio quedaron enterradas..

Tras la segunda y definitiva conquista del castillo en 1219, este lugar quedó deshabitado para siempre; consta que la ermita se construyó  sobre un primitivo cementerio a mediados del siglo XIII.

Sin dar demasiado valor al hallazgo en 1953, algunas se aprovecharon para pavimentar la entrada. Y allí permanecieron hasta que fueron descubiertas por alguien que buscaba algo más que presenciar el Rally Montes de Cuenca en 1987. Dos hermanos transportistas de un pueblo cercano percibieron -según dicen- 4.000.000 ptas.  (?) en 1988  por llevarlas por la noche a un lugar determinado y concreto a 15 Km. de Boniches. Desde este lugar algunas saldrían con destino incierto y otras, desechadas por el receptor, por carecer de la parte inferior (véase la foto anterior) quedarían en poder de los expoliadores. Circunstancia aprovechada en algunos de sus círculos de amistad o de familia para informar del fracaso de la operación  y del abandono de la mercancía en lo profundo de un barranco. Al parecer fueron varias incompletas (sólo cabeza o la parte superior) las rechazadas. ¡Se buscan! La foto anterior muestra dos de ellas.
Los autores del expolio murieron antes de cumplir la promesa hecha un domingo del verano de 2010: tocaba regar los chopos de la Boca de la Hoz y un huertecito CIEN metros más abajo. Hablamos, nos enfadamos e hicimos promesas….. que no se han podido cumplir

Según el Cod. 7298 (Biblio. Nacional) en este lugar “aparecen vestigios de lo que fue su primitiva parroquial” atribuyendo a esa realidad el hecho de que  ” por lo mismo lleva los diezmos de sus tierras”. La antigüedad del lugar no lo testimonian las estelas encontradas sino la rotundidad del legajo conservado en la Biblioteca Nacional.

Según consta, este lugar, tras la segunda conquista del castillo por Giménez de Rada, nunca fue habitado por lo que estas estelas pudieron ser de poca anterior. Y más si tenemos en cuenta las informaciones de Mircea Iliade que viene a decir sobre las estelas discoidales:

“No tenemos una unidad geográfica (se dan en distintas zonas)
No tenemos una unidad temporal (se dan en distintas épocas)
No tenemos una unidad etnográfica (se dan en distintos pueblos)
No tenemos una unidad física (son distintas en formas y dibujos)
No tenemos una unidad ritual (unas son para señalar sepulturas, otras para recordar el lugar de un óbito)”