Alcalá de la Vega y su Patrimonio Histórico - ALCALA DE LA VEGA - HISTORIA - Resumen histórico
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RESUMEN HISTÓRICO

Alcalá de la Vega (Cuenca), situada en las estribaciones meridionales de los Montes Universales, en la llamada Serranía Baja conquense, a muy poca distancia de la Cruz de los Tres Reinos, mojón trifinio de Aragón, Valencia y Castilla, bañada de Norte a Sur por el río Cabriel, guarda una rica historia.

Los orígenes del enclave se pierden en la lejanía del tiempo en el despoblado existente a los pies de los restos del castillo árabe. En sus términos existen vestigios ibéricos, romanos, visigodos y árabes: El Castellar, Tesoro Lucas, Corral Redondo, Los Castillejos, Dehesa Vieja, La Talayuela; unas seculares ruinas pregonan una antigüedad todavía sin establecer, restos de calzadas romanas hace pensar en la XXXI Vía Romana o Camino de Antonino, que seguía contra corriente desde Iniesta el cauce del río Cabriel; tumbas y estelas funerarias aseguran la importancia de su patrimonio y sus asentamientos.

Los restos de castillo árabe localizados en su término corresponden al primero en el tiempo asentado en la provincia de Cuenca y forma con los castillos de Alarcón, Uclés, Huete, Cuenca y Huélamo el conjunto árabe más antiguo de la provincia. Pero este castillo fue levantado sobre un primitivo poblado (Serreilla) asolado por los árabes en 714.

Según al-Idrisi: a tres jornadas hacia Oriente de Cuenca, a tres jornadas de Albarracín y a tres jornadas de Alpuente los árabes construyeron el castillo de al-Qala o Quelasa que fue el primero de la Kura de Santaberia al mando de al-Samh ben Zenum en un primitivo asentamiento cristiano visigodo. Las ruinas del castillo, con su patio de armas, sus murallas, sus aljibes y cortados en la rocas hacen adivinar su importancia. No es, como asegura algún mal entendido y peor informado se atreve a decir, una torre vigía como otras muchas que estaban encargadas de la vigilancia de rutas y tierras.

El Dikr dice: Este castillo es un gran castillo inaccesible que conserva trazas de su pasado, una de las cuales es un pozo situado en la parte alta del lugar al que se accede por dos escaleras una para bajar y otra para subir, las puertas del castillo están horadadas en la roca.


……..una de las cuales es un pozo situado en la parte alta del lugar…..”

“….las puertas del castillo est?n horadadas en la roca.?

Fue en este castillo de Quelasa, Aqabat al-Hawwarin o de al-Qala, que Saavedra erróneamente identifica con la villa romana de Egelasta, donde se entrevistaron en el verano de 872 el Emir Mamad I y Salayman ben Zenum, mas tarde nombrado gobernador de la Kura de Santaveria, según J. A. Almonacid.

Al-Idrisi:”En este último lugar fortificado y construido al otro lado de las montañas crecen innumerables pinos. Se cortan los árboles y se les hace descender por las aguas hasta Denia y Valencia. Estas maderas van por el río de Quelaza hasta Alcira y desde allí al fuerte de Cullera desde donde descienden al mar y se embarcan hasta Denia donde son empleadas en la construcción de navios y si son gruesos se embarcan hasta Valencia donde sirven para la edificación.”

Ésta sería la razón por la que los árabes escogieron el lugar y adquieran en exclusiva sus maderas hasta Cofrentes una vez superadas las dificultades  que suponía el Cabriel a su paso por las Chorreras de Víllora y de Enguídanos, mediante túneles y toboganes.


En las Chorreras de Víllora los troncos quedaban muchas veces atrapados. // Mediante túneles en la roca los árabes salvaron el paso de los trancos.

El árabe Abid Mizal en su traduccion del Idrisi dice que el castillo de al-S.ral.h se encuentra a 13 millas del castillo del Reino Taifa de Alpuente, Ademuz a 10 millas, Castielfabib a 12 millas y Albarracín a 18 millas.?

Jassim Abid Mizal en su traducción, describiendo la ruta Valencia-Albarracin, dice: de Alpuente a Al-S.ral.h 13 millas, 10 millas a Ademuz, 12 millas a Castellfabib y 18 a Santa María (Albarracín. [1]

En lo que más se aproximan estos datos de Al-Idrisi a la realidad es en la distancia total del recorrido de 110 millas árabes hasta Santa María (160?190 km). Ninguna de las distancias parciales que el autor atribuye en esta ruta se ajusta a la verdad geográfica.

 

Habrá que pensar que las 13 millas a (Al-S.ral.h.) podrían referirse al castillo de Santa Cruz por ser el más cercano e inmediato a Alpuente siguiendo la ruta Valencia-Santa María de Albarracín. Pero Abid Mizal manejaba poca información sobre este castillo al situarlo en las proximidades de la Olmeda, a escasos dos kilómetros[2]de Santa Cruz, donde no existen restos árabes. No se atreve a traducir Al-S.ral.h, limitándose a transcribir un traslado fonético que podría referirse a Sierra, primitivo topónimo de dicho castillo, que el traductor desconocería.

En esa misma nota Abibd Mizal, admitiendo que no tiene suficiente información, identifica:

 

Castillo de Al-S.ral.h. = ???. ? ???   con Castillo de Al-S.zal.h. = Xarralla

 

Pero su interpretación, comúnmente aceptada desde 1988, no se puede admitir porque contradice a otros testimonios anteriores que claramente los diferencian.[3]

 

Intentar localizar Al-S.ral.h basándose en los datos facilitados por Al-Idrisi no es tarea fácil. Sus distancias sólo cuadran con las de Serreilla de Daroca atribuyendo a la milla 5000 metros, y siempre que estas distancias pudieran referirse a las existentes entre Alpuente y cada uno de estos castillos. Sólo en tal caso las 10 millas hasta Ademuz abarcarían los 50 kilómetros que lo separan de Alpuente; las 12 millas hasta Castielfabib los 60 kilómetros hasta Alpuente; las 18 millas hasta Santa María los 90 kilómetros que separan a Albarracín de Alpuente. Y, en consecuencia, sólo siguiendo esta teoría y cálculo, el castillo de Al-S.ral.h. lo encontraríamos a 65 kilómetros de Alpuente y podríamos identificarlo perfectamente con el castillo de Al-Qala o Serreilla en el término de Alcalá de la Vega.

Resulta tan perfecto el cálculo que no cabe tal coincidencia en medio de tantas inexactitudes en los datos árabes. Y teniendo en cuenta los datos ofrecidos por Al-Idrisi, los restos y vestigios árabes en la zona y las 13 millas hasta Al-S.ral-h, el castillo de Sierra [4] en Santa Cruz se ajusta más a esos datos y podría ser el referido por Al-Idrisi, que pocas noticias tendría Abid Mizal de Santa Cruz para colocarlo en La Olmeda.

Pese al intento de Abid Mizal de identificar Al-S.ral.h con Al-S.zal.h, además de las razones documentales que lo desdicen, hay motivos muy poderosos para rechazar esa identificación y afirmar rotundamente que son dos castillos distintos.

Dejamos para el castillo de Serreilla únicamente su equidistancia de Alpuente, de Albarracín y de Cuenca, a tres jornadas, y su identificación con el castillo de Al-Qala o Quelasa al Oriente de Cuenca [5].

Todo lo que sabemos de Serreilla, su conquista en 1210 por Pedro II, su entrega a la iglesia de Albarracín, sus privilegios, su vuelta al poder sarraceno y su nueva y definitiva conquista por don Rodrigo en 1219 no coincide con lo que sabemos de Al-S.ral.h, referido a Sierra: lo que impide su identificación.

Abib Mizal hace referencia en su nota 415 al poema de Ibn al-Abbar, (sin fecha) cuando traza la biografía de Abu Bakr Muhammad b. Muhammad al-Zuhri, El Valenciano, en el que se describe la expedición contra Santa María de Albarracín y menciona la conquista del castillo Al-S.zal.h. tras la rebelión de los cristianos y el ataque a Fahs al-Mil =Vega de al-Mil o campo del mijo, para decirnos que, según Simonet, que lo traduce como Xarralla, este castillo pertenecer?a a la jurisdicción de Valencia.[6]

 

“Qué ataque aquel que siente la injusticia,

y que se levante con orgullo aquel que sufre heridas.

Saliste al encuentro dolido y delante de tí se derretían

las duras y recias rocas.

Les prestaste oídos mientras los demás hicieron oídos sordos,

los espantaste como el león a los lobos fieros,

que atacan tu árbol brincando, llenos de heridas.

Caminaste con el nombre de Dios, empujado por el deber divino.

Te hubiera bastado con él;

no hubieras necesitado soldados con la alegría de los vencedores,

como si fueras a una cita inequívoca con la victoria.

Te llamaron la atención los llantos de las madres

que han perdido a sus hijos en la zona fronteriza.

Entonces tú te derramaste como un mar a sus lados.”[7]

 

Abu Bakr Muhammad b. Mntiammarf b. Mtihriat al-Zuhrit

“Kitab al-Ya-rafiyya”


 

Estudiando esta nota de Abid Mizal,  también podemos pensar que se trata de dos castillos distintos:

Uno sería el de Sierra (Santa Cruz) Al.S.ral.h, situado entre Alpuente y Ademuz en la ruta de Valencia a Santa María de Al-Idrisi;

el otro, Al.S.zal.h, el del poema de Al-Zuhri, que el erudito hispanista Francisco Javier Simonet transcribe como Xarralla.

Esto confirmaría lo que dice el documento A.C.T. E.12 O 1-3 que habla de Santa Cruz (Sierra) y de Serreilla.


Teniendo en cuenta la poca diferencia entre “x”   y   “s” y la falta en el árabe del sonido “e”, se puede defender con acierto que dicho topónimo coincide con el de Serralla, Serrella o Serreilla.

Al hablar del ataque a Fahs al-Mil se supone que el castillo de Serreilla tenía su vega, o gran vega, donde se cultivaba mijo. La vega de Alcalá de la Vega, la más fértil y extensa entre todos los lugares de los Límites de Daroca, se ve retratada en este poema de Ibn al-Abbar. Y este ataque a Fahs al-Mil vendría a confirmar la nueva reconquista cristiana realizada en 1219 por Giménez de Rada[10] que, partiendo desde Albarracín, conquista de nuevo el castillo de Serreilla, pasa de largo de Castielfabib y de Ademuz, toma Santa Cruz y Mira e intenta inútilmente conquistar a Requena.

Y, además, Simonet se equivoca al colocar Xarralla o Serrella en la jurisdicción de Valencia. Porque, si Serreilla estuviera en esta jurisdicción, figuraría en la lista de castillos conquistados a los árabes pertenecientes a este reino, según nos describe el documento de Rentas del Archivo Corona de Aragón: Pro Castris Regni Valenciae tam citra quam ultra Saxonam. (A.C.A. Chancillería, Reg. 561-69)

Los restos de castillos y de fortalezas medievales, a no ser que hayan sufrido grandes hecatombes o terremotos o que un día fueran devorados por crueles urbanizaciones o edificaciones urbanas (Montán, Villabona) deben perdurar en más o menos grado de conservación. De la misma manera que perduran los vestigios de todos los demás castillos de las cartas de Daroca y de sus términos, deben permanecer los del castillo de Serreilla que, tal vez, por la pérdida de provecho o de interés fronterizo sufrió primero el abandono y, más tarde, un total olvido histórico.

El haber sido conquistado por primera vez con el de Ademuz en 1210 exige una cercanía con el mismo; su segunda conquista en 1219 por el arzobispo don Rodrigo, tras la Bula de Honorio III (Divini Altitudo) concediendo indulgencias a quienes participasen en la cruzada, reclama una ubicación en la zona en la que, por su condición de tierra de nadie, ajena al poder real, el Primado pudo desplegar su ejército sin trabas; y su adjudicación diocesana a Albarracín con Santa Cruz, Mira y la pretendida incorporación de Moya a esa misma iglesia requiere su localización en ese mismo entorno. De aquí que haya que buscar entre todos los vestigios y restos medievales que aparecen en las antiguas tierras relacionadas con Moya las huellas de una fortaleza con una jurisdicción, próxima a Ademuz, capaz de sostener el rango exigible a los lugares que formaron los Límites de Daroca y que conserve algún rasgo o síntoma de los fueros otorgados en 1142 (Liber Feudorum Maior) y renovados más tarde por los monarcas de Aragón Alfonso II y Pedro II.(A.C.A. Cancillería. Reg. 309, fol. 59v. 60r). En tal búsqueda sólo aparece el castillo de Al.Qala o Quelasa en término de Alcalá de la Vega custodiando los restos de un poblado preislámico.

Al ser un castillo relativamente importante,? lo convierten en ?nico y exclusivo en la zona, capaz de asumir las prerrogativas de las Cartas de Daroca y de la doctrina reflejada en Liber feudorum maior? (primus). Y, teniendo en cuenta su posición, limítrofe con Ademuz, y todo cuando hemos visto, sólo este castillo puede identificarse con el de Serreilla porque, además de exhibir sus peculiaridades de castillo relevante, no existe otro en toda la zona de las Tierras de Moya.


Pero, he aquí las prerrogativas históricas características y únicas, exigibles al castillo de Serreilla:

Tierras Templarias  y Diezmos eclesi?sticos

Sabiendo de la antigüedad y existencia de numerosos rentos, dehesas y cañadas de la zona, es posible que todas estas grandes extensiones formaran en el siglo XII una gran franja que abarcaría parte de los términos Castielfabib, Ademuz y Serreilla (Alcalá de la Vega): desde los Caveros, actualmete en El Cuervo (Teruel), el Rodeno, Ramaral, Pinar Llano, Carrascalejo, Altamira, Valuengo, Los Callejones, Las Dehesillas, Santerón, Palancar y la Hoz, el Hoyo, hasta el rento de Villalobos y Cerro de Boniches, limítrofe con el término de La Huérguina. Y sería ésta la gran extensión de tierra entregada a los templarios para atraer gentes a estos lugares y preparar su conquista. Durante 270 años estas extensas posesiones bajo el control templario prestarían grandes servicios tanto antes de la reconquista como después y su uso iría adaptándose a las circunstancias del momento. Durante 68 años cumplirían con su misión de atraer, disponer y preparar para la reconquista y posteriormente la de estabilizar, orientar y afianzar la economía de la comunidad cristiana hasta la supresión de los Templarios en 1312.

Problemas con la Herencia Templaria

 

Surgieron problemas en Castilla tras la supresión de la Orden del Temple porque quedaba pendiente de resolver el destino del apetecido patrimonio que tenían. El Papa Clemente V, a través de la bula Ad providam Christi Vicarii de 2 de mayo de 1312, lo incorporaba a la Orden del Hospital, con excepción de los bienes situados en los reinos de Castilla, Aragón, Portugal y Mallorca que quedaban pendientes de una ordenación pontificia posterior. En Valencia Jaime II ordenó que todos los bienes templarios pasasen a la órden da Montesa,  por lo que nunca hubo problemas con estas propiedades en Castielfabib y en Ademuz.

El 14 de marzo de 1319, el nuevo Papa Juan XXII otorgaba a la Orden de San Juan los bienes que el Temple tenía en el territorio de la Corona de Castilla y ordenaba a quienes se hubieran aprovechado de ellos que los devolvieran a los sanjuanistas en el plazo de un mes, bajo pena de excomunión. Pero tampoco María de Molina, abuela y tutora de Alfonso XI, reaccionó, llevada de un gran desinterés por todo aquello que no estuviera relacionado con la permanente guerra civil con que se debatía Castilla en estos años, por sí misma suficiente excusa para desatender las órdenes papales.

Al llegar Alfonso XI a su mayoría de edad se inhibió en la disputa y, a veces, se opuso al Papa. Y, así, hizo entrega de los bienes que los Templarios tenían en Castilla a los Concejos y al Común de los lugares donde se encontraban. Tal es el caso de Alcalá de la Vega que recibió de Alfonso XI la totalidad de los bienes que fueron de los Templarios en lo que era entonces su término municipal.


El documento de Alfonso XI concediendo a Alcalá de la Vega tal Herencia Templaria fue custodiado por el Concejo desde 1335-40,  y fue entregado en 1748 a Jaime de Castelblanque, vecino de Salvacañete, y desapareció. Se ha buscado intensa y meticulosamente réplica del mismo en todos los archivos nacionales con resultados negativos.


Diezmos eclesiásticos: Vease ”Desamortización”

[1]AL-IDRISI.?Los Caminos de Al-Andalus en el siglo XII.?Trad. Jassim Abib Mizal,?p?g. 93

 

[2] AL-IDRISI.?Los Caminos de Al-Andalus en el siglo XII.?Trad. Jassim Abib Mizal,?p?g. 93

[3] A.C.Toledo? E.12 O 1-3.

[4] E. L?VI-PROVEN?AL defend?a el uso de una milla de 1420m (Histoire de l?Espagne musulmane,III, Par?s, 1953, 249). C. E. DUBLER consideraba que el valor de la milla en al-Idrisi variaba entre uno y dos km? (?Los caminos a Compostela en la obra de Idrisi?.?Al-Andalus, XIV (1949), 59-122, esp. 78), opini?n que ha sido ratificada por J. A. MIZAL, en su citada edici?n de al-Idrisi, (p?g. 36).

Sobre las dificultades que entra?an estas cuestiones, ?vid. SILLI?RES,?op. cit., 198; A. JIM?NEZ y J. C. MAROTO, ?Estado, distancia y control social: reflexiones en torno a una medici?n de caminos en la Granada de mediados del siglo XVI?.?Scripta Nova. Revista?electr?nica de Geograf?a y Ciencias Sociales, VIII, n? 166 (2004).

[5] Al-Idrisi, 1974, p. 44, trad. pp. 185-186 Geograf?a de Espa?a.

[6] Nota 415, p?g. 290. Traducci?n de Abib Mizal. Los Caminos de Al?Andalus en el siglo XII.

[7] Abu Barkr Muhammad b. Muhammad b. Muhriz al-Zuhr?: “Kttabal-Ya-rafyya?.

MOLINA L?PEZ, Emilio: Murcia y el Levante espa?ol en el s. XIII (1224-1266) (Granada 1978) p?gs. 20-21.

[8] SIMONET, Francisco Javier: “Glosario de voces ib?ricas y latinas usadas por tos moz?rabes“. Ed.. Madrid, 1889,? p?gs 363 y 584. Francisco J. Simonet? naci? en M?laga en 1809 y muri? en Madrid en 1897, arabista relevante, catedr?tico de la universidad de Granada

[9] El largo debate sostenido en la Web de Amigos del Cabriel ?sobresale, sobre todo, por las actuaciones de Jos? Sa?z Valero y de Olivier Soriano Sierra. Ellos ayudaron al convencimiento de que Al. S.ral.h es distinto a Al. S.zal.h y por lo mismo dos castillos distintos. Uno ser?a el de Sierra (Santa Cruz), el otro Serreilla. Conformando as? lo que nos dice el documento A.C.T. E.12 O 1-3 y renunciando a la opini?n de Abid Mizal

[10] Cat. Toledo.? E.12 O 1-3.