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Con motivo de celebrar este año el 800 aniversario de la conquista de nuestro castillo de Serreilla por Pedro II de Aragón, ocurrido el 19 de septiembre de 1210, cuando los cruzados del Temple bajo las órdenes de Gran Maestre don Pedro de Monteagudo y las tropas de Aragón, después de conquistar El Cuervo, Castielfabib y Ademuz, ascendieron las cuestas de la Sierra de Santerón para descender a la gran vega del Cabriel en busca del castillo para conquistarlo.

A las siete de la tarde 350 personas fuimos en peregrinación procesional hasta la ermita de Ntra. Sra. de Alcalá a los pies del derrocado castillo.

Al pasar por la Cruz de Muchos Cantos, siguiendo la tradición, se arrojó una piedra a los pies de la cruz y se rezó la plegaría  mientras se asomaba  la atalaya del castillo.

Llegados a la ermita se ofició una Misa en sufragio de todos los muertos en el histórico meandro del río a través de los tiempos, se depositó un corona de boj y tejo en el monolito que recuerda a Serreilla

Se depositó una corona de boj, tejo, espliego y rosas ante el monolito en recuerdo de Serreilla, se celebró una Misa en sufragio de todos nuestros antepasados que murieron en el histórico meando del río Cabriel.

Se recuperaron fuerzas,

Y hasta el cantil rocoso del El Morrón, El Cuerno y Peñalta, vigilantes,  parecía unirse a nuestra celebración y a nuestro apetito.

Se merendó en cordialidad y hermandad y, cuando el sol se ocultaba tras las riscas de Peñalta, la procesión iniciaba su regreso a casa para llegar, ya casi de noche.

Durante todo el tiempo que duró la peregrinación las campanas estuvieron sonando con metálico canto de invitación,  de alegría y de homenaje.

Cansados de cantar —y tal vez de rezar— a las 10,30 llegábamos  a casa  dando fin a una jornada memorable  cargada de emoción, alegría y de historia.

Ya en casa, junto a la vieja chimenea, sigo recreándome en los versos que la pequeña María recitó mientras sostenía la corona de boj y tejo que iba a depositar a los pies del monolito que recuerda la primitiva Serreilla.

Sobre el majano una Cruz

fija el sitio en la colina…

que Cruz de Muchas Cantos

por los siglos se diría.