Alcalá de la Vega y su Patrimonio Histórico - ALCALA DE LA VEGA - HISTORIA 1210 - Documentos capitulares de la catedral de Cuenca
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DOCUMENTOS CAPITULARES DE LA CATEDRAL DE CUENCA

Estos documentos provenientes del Ach. Catedral de Cuenca fueron recogidos y traducidos  en 2002 por Niceto Hinarejos.

Si es tu intención servirte de ellos, te ruego que cites la procedencia.


A. Catedral Cuenca ,  Caja 1 nº 13  (Cañete pertenece a Valeria)

Apostolicis instructi disciplinis et ecclesiasticis eruditi institutis noverint Deo militantem secularibus negociis minime deservire et divine professos obsequium  contencionibus et litigiis nequamquam fore intricandos. Ea propter universis  Sanctae Matris Ecclesiae filiis tam praesentibus quam futuris notum fiat quod ego Martinus, Dei gratia Secobricensis episcopus una cum capitulo Sanctae Mariae de Alvarazin cum et antiquorum frequenti assertione et modernorum probabili attestatione comperimus quod ecclesia de Kanet cum universis territorii sui ecclesiis ad episcopatum valeriensem de jure diocesali spectent et pertineant  salutis animae nostrae cura interveniente jus  praedictarum ecclesiarum ecclesiae conchensi quo ex institutione domini Papae sedes valeriensis translata est et commutata cum eas per aliquantum tempus minus licite detinuerimus libere et quiete restituimus praedictarum igitur ecclesiarum de Kanet et terminorum suorum qui vere coluntur et colentur de cetero vobis domino Johanni Dei gratia ecclesiae conchensis intranti episcopò et sucessoribus vestris et ejusdem ecclesiae  capitulo praesenti et futuro pro nobis et nostris sucessoribus nullius coactione compulsi sed voluntaria ratione inducti possessionem libere et in pace in perpetuum habendam omni prorsus exactione et in petitione nostri et successorum nostrorum remota pariter et abcisa Facta est autem carta haec et compositio in castro nomine Uccleis et coram domino rege ibidem lecta et approbata comite insuper Sancio et comite Petro et domino Tellio cete-risque quam plurimis  proceribus in eodem loco assitentibus et audientibus et hoc ex consensu et  beneplacito incliti principis Ferrandi Roderici qui adpraesens praefato Santae Mariae Castro donatur VII idus novembris era  M CCC XXVIII Et ut hoc factum nostrum certius et firmius habeaturhanc cartam vobis domino Johanni et successoribus vestris conferimus et consenciendo  eam sigillo nostro munimus. Ego Anselmus archidiaconus de Kanetet canonicus Sanctae Mariae, consencio et subcribo. Ego Ferrandus prior de Ucleis et canonicus  Santae Mariae, consencio et subcribo.

Ego Petrus Garciae consencio et subcribo. Ego Andreas consencio et subcribo . Regnante in Toleto et Castella  clarisimo  Rege  Aldefonso.

 

 

Traducción:     A.Catedral Cuenca ,      Caja 1 nº 13

Los instruidos con disciplinas apostólicas y conocedores de las reglas eclesiásticas sepan que el que sigue a Dios mínimamente sirve a los negocios terrenales y los avances, como obsequio divino, de ninguna forma se han complicar con debates y litigios. Por esta razón a todos los hijos de la Santa Madre Iglesia tanto presentes como futuros se les hace saber que yo, Martín, por la gracia de Dios obispo  Segobricense de acuerdo con el Capítulo de Santa María de Albarracín y también ante las numerosas declaraciones de los antiguos y el claro testimonio de los modernos estamos seguros que la iglesia de Cañete con todas las iglesias de su territorio están orientadas y pertenecen por derecho diocesano al episcopado Valeriense y, de acuerdo con el derecho de las citadas iglesias, a la iglesia de Cuenca a donde por instrucción del señor Papa la sede veleriense es trasladada y cambiada. Y como éstas durante algún tiempo retuvimos poco lícitamente, libre y apaciblemente devolvemos la posesión de las citadas iglesias de Cañete y de sus términos para que realmente pertenezcan y sigan  perteneciendo a vos, señor Juan, por la gracia de Dios obispo entrante de la iglesia de Cuenca y a vuestros sucesores y a su Capítulo presente y futuro por nos y nuestros sucesores sin ser movidos por ninguna coacción sino inducidos por una voluntaria consideración libremente y en paz para ser poseída para siempre sin exigencia alguna y retirando y descartando toda reclamación de nos y de nuestros sucesores. Esta carta y redacción fue hecha en el castillo de Uclés y allí, ante el señor Rey, leída y aprobada por el delegado Sancho y el delegado Pedro y por el señor Tello y por todas las demás  personas distinguidas que en dicho lugar estaban y escuchaban y esto además por consenso y beneplácito del ínclito príncipe[1]Fernando Rodrigo que para el acto es presentado por parte del citado castillo de Santa María el 7 de Noviembre, Era M CCC XXVIII (año 1190). Y para que este acto nuestro sea considerado más cierto y firme entregamos esta carta a vos, señor Juan, y a vuestros sucesores y estando de acuerdo la protegemos con nuestro sello. Yo Anselmo Arcediano de Cañete y Canónigo de Santa María estoy de acuerdo y firmo. Yo Fernando, Prior de Uclés, y canónigo de Santa María, estoy de acuerdo y firmo

Yo,Pedro García, estoy de acuerdo y firmo. Yo, Andrés, estoy de acuerdo y firmo. Reinando en Toledo y en Castilla  el preclaro Rey Alfonso.

Príncipe:

 

A.C.C. III Inventarios, leg. 74, nº 13, fol. 44r-45r

Conserva este original dos sellos de cera pendientes con correa de ante y en el primero ovalado y menor se representa una imagen de Ntra. Sra con el Niño Jesús en su izquierda y en la derecha una azucena y en su orla se lee: +Sigillum Ascensi canonici burgensis (de letras monacales). En el segundo y mayor ovalado se representa la imagen de un obispo con mitra y báculo y la diestra levantada en forma de bendecir y en su orla se lee: +Sigillum Maurtii burgensis episcopus. De el tercewro se conservan los bujeros de que pendía.

No se muestra el original. A cambio aparece la siguiente transcripción de Fray Domingo Ibarreta en tres folios.

Citación al obispo y Capítulo de Cuenca, por parte de los miembros del

Tribunal nombrado por el papa, a instancias de don Rodrigo, para el juicio de Burgos

donde se debatirán la cuestión de los límites entre Arcábiga y Valeria

y la jurisdicción dentro de la que debe estar Moya.

 

Traducción:

Sea conocido por todos los que lean esta carta que nos, Mauricio, por la divina misericordia obispo de Burgos y R. Abad de Ríoseco y A., canónigo de Burgos, jueces delegados por el señor Papa en las causas que se debaten entre el señor arzobispo toledano de una parte y el obispo y el Capítulo conquense de otra sobre la provisión de dos obispados a los que este obispo por permiso o indulgencia de la Santa Sede Apostólica se dice haber tenido y sobre la restitución  de Moya. A instancia del señor toledano citamos al obispo y al Capítulo conquenses en Burgos y a éste fijamos como plazo el domingo pasado, es decir, en el que se canta “Letere Jesualem”.

Comparecidos los procuradores de cada una de las partes en el término fijado en nuestra presencia, por parte del señor Arzobispo fue propuesto y pedido que, debido a las muchas incomodidades que sobrelleva provenientes de las causas del proceso, excitando a causa del señor arzobispo los ánimos del rey, de la reina y de personas ilustres, nos dignáramos castigar al obispo conquense con pena canónica y prohibirle rigurosamente que en adelante intente nada semejante. Igualmente pidió el procurador del señor arzobispo que le hiciera restitución de derecho diocesano en la villa que se dice Moya y sus términos con los frutos de aquí percibidos desde nueve años antes. Igualmente pidió que nosotros, los jueces delegados, nos dignáramos indagar, como oficio nuestro, si dos obispos pueden suficiente y cómodamente alimentarse de las rentas y frutos de los dos obispados que de siempre el obispo conquense dice haber tenido; y, averiguado esto, trataríamos de velar por la persona idónea. Añadió a las anteriores demandas que el derecho de añadir o quitar le correspondía a él. A estas cosas de la parte contraría propuso el procurador conquense que el obispo, alejado por un impedimento canónico, no pudo estar presente el día fijado; además propuso falta de abogado, porque en todo el reino de Castilla ya sea por reverencia o por poder del señor arzobispo, ni por paga ni por ruego, pudieron conseguir abogado, aunque muchas veces lo habían buscado; y pidió que se le dieran treguas para buscar un abogado.  Nosotros, recibido el consejo de los prudentes varones y hablando entre nosotros expusimos que las treguas tenían que ser concedidas y las concedimos hasta el domingo en que se canta “cantate domino” próximo a venir.

Habiendo fijado este espacio de tiempo a las partes para que se presentaran en nuestra presencia, mandando además de viva voz a Pérez, procurador del obispo y del Capítulo conquense, que citara al final del plazo fijado al obispo y al Capítulo para la causa de los obispados y al mismo obispo para la causa de Moya; de manera que en el plazo fijado, libre de todo compromiso, acudan por sí mismos o por un sustituto responsable. A estas peticiones el arzobispo tenía que responder, y a la petición del procurador del señor arzobispo asignamos el mismo plazo de tiempo a la otra parte para proponer treguas, si tuvieren algunas. Dado en Burgos en la víspera de San Gregorio. (24 de mayo de 1220)

A. Catedral de Cuenca, Institucional,  Caja 3, nº 6
Cum nos M. divina miseratione burgensis episcopus et B. abbas  de Rivo Sicco et A. canonicus burgensis judices a domino Papa delegati in causis quae vertuntur ex una parte inter dominum archiepiscopum toletanum et dominum conchensem episcopum ex altera super provisionem duorum episcopatum quos  idem episcopus  ex permissione ac indulgentia Sedis Apostolicae dicitur tenuisse et super  restitutione Moiae dominica praeterita qua cantatur letare Jerusalem ad instanciam dominici Petri procuratoris conchensis episcopi et Capituli inducias ad advocatum querendum concessisemus et per dictum procuratorem Dominicum Petri citati fecissemus tam episcopum quam Capitulum conchensem in causa episcopatum et ipsum episcopum in causa de Moia super praedictis et ad omnes excepciones dilatorias proponendas praefiximus easdem terminum perentorium super praemissis omnibus dominicam qua cantatur, cantate Domino, proximo praeterita. De consensu vero partium, ut nobis dictum est, idem terminus prorrogatus est usque ad dominicam de Trinitate proximo venturum quae octava die occurrebat post festum Pentecostes. Eadem igitur die tam dicto Archiepiscopo quam episcopo in nostra praesentia constitutis petiit idem Archiepiscopus  quatenus nos ex oficio nostro inquirere dignaremur utrum duo episcopi possent congrue sustentari de reditibus et proventibus duorum episcopatum quos huc usque conchensis episcopus  dicitur  tenuisse  et hoc invento in altero curaremur de persona  idonea  providere. Item super causa de Moya peciit restitutionem  sibi  fieri  juris diocesani in villa quae dicitur Moya et in suis terminis cum fructibus inde perceptis  et in nomine annis et citra.

Proposuit autem dominus conchensis ex adverso quod super praedictis in presenti non tenebatur domino toletano cum idem post aliam sesionem quae habita fuit dominica qua cantatur letare Jerusalem sibi substraxit  advocatos per minas et per preces et modis  aliis  quibus  potuit quos  in praesenti non poterat explicare et ad hoc probandum  inducias postulabat. Cum autem super hoc fuisse aliqundiu disputatum primo quia nos super hoc interloquerimur, petiit dominus toletanus certificari si juxta mandatum judicum procurator conchensis capituli compareat coram eis et procuratorias literas peciit exhiberi. Litteris ergo exibitis, cum idem procurator, scilicet, Dominicus Petri, canonicus conchensis, interrogaretur utrum in causa episcopatum subire vellet deffensionem pro capitulo conchensi dixit quod cum in rescripto domini Papae non fieret mentio de Capitulo nec ipsum Capitulum citari debuerat nec in causa ipsa  respondere tenebatur, venerat tamen forsam previlegium alegaturus. Petiit  etiam  dominum toletanum condempnari sibi in expensis eo quod inutiliter et sine causa  citando capitulum ipsum gravari et verari compulerat sumptibus et expensis et super hoc interloqui postulabat. Praeterea cum ex parte domini conchensi episcopi petitum fuisse quod dominus  toletanus litteras toletani Capituli de rati habitione exhiberet exhibuit quasdam litteras cum sigillo fracto prout apparet in carta interrogationum super quibus fuit  disputatum ut ibidem continetur. Item cum judices interrogarent dominum conchensem utrum vellet  ipse proponere exceptiones dilatorias in praesenti cum terminus perentorius sibi praefixus  fuit  in alia sesione ad easdem proponendas prout in citationibus apparet. Respondit quod prius volebat audire suam interlocutiam super substractione advocatorum super qua praecedenti die fuerat alegatum tamen si aliud non posse proponet exceptiones aliquas protestabatur  tamen dominus conchensis quod gravabatur in hoc judices vero dixerunt ei quod si gravatur in aliquo exprimeret gravamen quoniam pronti erant gravamen revocare. Ipsi vero dixit quod in hoc credebat se gravari quoniam post suam interlocutiam literam forte multa possent sibi competere quae modo non competunt nec aliud expresit gravamen et post hoc praeposuit contra dominum toletanum quod per litteras impetratas a Domno (Papa) contra eum cum in eisdem non fieret mentio expressa de capitulo conchensi nec de capitulo toletano non poterat procedi contra eum. Cum gitur praedicta omnia, prout dictum est, fuissent proposita tunc interloquendo pronunciavimus, scilicer, dandas esse inducias domino conchensi episcopo ad probandum substractionem advocatorum quam dicitur factam fuisse  per dominum toletanum. Consecuenter etiam interloquendo pronunciavimus nos posse et debere procedere secundum tenorem apostolici rescripti super hiis qui nobis in ipso mandantur non obstente exceptione vel allegatione domini conchensis episcopi super ea quae dicebat quod per rescriptum apostolicum in causa episcopatum impetratum contra ipsum procedi non poterat cum in eo non fieret mentio de conchensi capitulo nec ipse sine consensu  conchensi capituli super hoc dicebat vel poterat respondere. Post hoc autem factae fuerunt huiusmodi interrogationes ex parte conchensi episcopi. Peciit conchensis episcopus quod interrogaretur dominus toletanus qui essent illi duo episcopatus de quibus fit mentio in rescripta domini Papae et quod hoc specificaret et ipsi respondit quod isti sunt illi duo episcopatus de quibus  agitur, scilicet, alcabricensus et Valeriensis. Item peciit conchensis episcopus  certificari a domino toletano ubi uterque illorum duorum episcopatum terminetur ex omni parte. Respondit dominus toletanus quod hoc facere non tenebatur. Item peciit conchensis episcopus certificari per dominum toletanum quis fuit ille episcopatus quem consensu fuit conchensi episcopo tenere propter tenuitatem reddituum. Respondit dominus toletanus quod ad hoc respondere non tenebat; tamen alia respondit: magis credebat quod hoc                                                                                                     intelligeretur de Alcabricensi quam de alio nisi alia ratio induceret eum ad aliud tradendum. Prepositis igitur praedictis interrogationibus et responsionibus conchensis episcopus  cum instancia postulabat dominum toledanum compelli ad specificationem super praemisis  faciendam, dicebat enim se aliter non posse scire utrum cedere vel contendere deberet nec plene posse instrui in causa ipsa episcopatum ad se defendendum et super hoc petebat interloqui. Cum vero nos interrogaremus eum utrum exceptiones aliquas alias dilatorias vellet proponere, respondit: ante specificationem se non posse scire quas habere  proponere vel quas non; dicebat enim se scire quasdam modo sibi competere  quae forsitam post specificationem non oporteret et se credere quasdam sibi modo non competere quae post specificationem competent et ita dicebat se non posse procedere ante specificationem. Unde super hoc cum instancia petebat interloqui alias, dicebat quod inferebamus sibi gravamen, procesit tamen et protestatus est in hunc modum: Protesto quod facta specificatione credo mihi in causa competere posse exceptionem de suggestione falsitatis et supresione veritatis; item  credo mihi etiam posse competere quod dominus toletanus tenet quosdam episcopatus  antiquos pro diocesi.

Istas propono modo expecificabo et probabo tempore et loco ut jus dictaverit  cum causa fuerimus de episcopatibus et terminis aliis . …………….. Cum vero nos ad principale rogamentum velemus procedere conchensis episcopus  a sua petitione nullatenus postulabt a nobis ut super praedictam specificationem interloqui dignaremur. Nos igitur de prudentum virorum consilio interloquendo pronunciavimus dominum archiepiscopum toletanum non esse compellendum in praesenti ad praedictam specificationem terminorum faciendam super petitionem  adversae partis. Competenti vero tempore  de ipsa  specificatione  cum viderimus  expedire faciemus quod justum fuerit faciendum. Post hoc cum procurator  conchensis Capituli a nobis cum instancia ostuleret quatenus dictum archiepiscopum toletanum eidem in expensis conndemnaremus eo quod inutiliter et sine causa capitulum ipsum  citari  fecerat, ut dicebat, nos attendentes quoniam in favore dicti capituli citationem concedere providimus ut eidem notificaretur quod cuasae  conchensis episcopi defensionem si mallet adesset  cum hoc interesset sua prima facie videbatur, ideo nos interloquendo pronunciavimus iamdictum archiepiscopum toletanum ad impetrationem dicti procuratoris conchensis capituli  absolvendum.

In causa vero de Moya coram nobis praedictis judicibus taliter fuit processum. Dominus Archiepiscopus toletanus peciit restitutionem sibi fieri villae quae dicitur Moya cum terminis  suis  vel cum fructibus inde preceptis a novem annis et citra. El quandoque exibuit in judicio pro libella cartam quamdam sigillatam nostris sigillis in qua continebatur acta quaedam alterius sessionis quae fuit habita  dominica qua cantatur letare Jerusalem et in ipsa carta contenebatur dicta peticio domini archiepiscopi. Post hoc cum disputatum fuisset super quibusdam in ipsa causa post aliquamtulum  intervallum in  eadem die et in eadem sessione petitum fuit a domino archiepiscopò quod dominus conchensis responderet super quaestione de Moya; et tunc dominus conchensis episcopus  secessit  in partem ad  consilium habendum cum advocato suo et statim deddit cum illo et ipso praesente advocatus suus obtulit quamdam pro responsione ut videbatur cedulam continentem hoc. Dico quod dominus Archiepiscopus numquam possedit Moyam neque de jure neque de facto et si forte probaveritr se possedise, quod non credo, obicio sibi exceptionem spoliationis vel doli quod probabo tempore oportuno, et statim  post domini toletani clamavit facta est litis contestatio et sic recessimus illa die  sequenti tamen die propositum fuit ex parte domini conchensis episcopi quod litis contestatio non erat facta super causa de Moya tunc quia advocatus intelligebatur respondisse non episcopus cum advocatus praedictam cedulam obtulexit. Et quia non confitebantur quod dominus archiepiscopus propusuerat petitionem praedictam tunc quando dicta cedula fuit oblata, sed nos judices concordamus si factum processise prout superius est notatum .

Traducción: A. Catedral de Cuenca, Intitucional, Caja 3, nº 6

Como nosotros, M., por la divina misericordia, obispo de Burgos, y B., Adab de Rio Seso, y Asensio, Canónigo de Burgos, jueces delegados por el señor Papa en las causas que se debaten de una parte entre el señor Arzobispo de Toledo y de otra el señor obispo de Cuenca sobre el ordenamiento de los dos episcopados que este obispo por autorización o indulgencia de la Santa Sede dice haber recibido y sobre la restitución de Moya, el domingo pasado en que se canta “letare Jesusalem” a instancia de Domingo Pérez, procurador del obispo de Cuenca y del Capitulo, hubiéramos concedido un aplazamiento para buscar un abogado por dicho procurador de Domingo Pérez ya citado y habiendo hecho dilatorias tanto al obispo como al Capítulo  conquense  en la causa  de los episcopados  y al mismo obispo en la causa de Moya sobre todo lo que se debate para proponer todas las acciones dilatorias, fijamos a éstas un decisivo espacio de tiempo, para todo cuanto se ha dicho, hasta el domingo  recientemente pasado en que se canta ” cantate Domino”. De acuerdo de las partes, como ya se dijo por nosotros, este espacio de tiempo se prolongó hasta el domingo de la Trinidad próximo a venir que coincide con el octavo día después de Pentecostés. Este día, pues, reunidos tanto dicho Arzobispo como el obispo en nuestra presencia, el mismo arzobispo pidió que nosotros por nuestro cargo nos dignáramos examinar si los dos obispos pueden adecuadamente ser sostenidos de las renta y productos de los dos episcopados que desde siempre el obispo de Cuenca  se dice tener y, aclarado esto, que además veláramos cuidar por la persona idónea.. Y también sobre la causa de Moya pidió que se le hiciera la restitución del derecho diocesano en la villa que se dice Moya y en sus términos con los frutos de aquí percibidos en razón a los nueve años y no más. Propuso también el señor conquense del contrario que sobre estas cosas actualmente no era comprendido por señor toledano cuando él mismo tras la otra sesión que fue celebrada el domingo que se cantó “ letare Jerusalem” sustrajo para sí a los abogados con amenazas, con ruegos y  con las demás maneras que pudo, que actualmente no podía explicar, y para probar esto pedía  demoras. Como también sobre esto se discutió durante algún tiempo, porque nosotros antes  ya habíamos hablado, pidió el señor toledano que se declarara si por el mandato de los jueces  el  procurador del Capítulo conquense debía comparecer ante ellos y pidió que las cartas de los procuradores fueran expuestas. Expuestas, pues, las cartas, como el mismo procurador, a saber, Domingo Pérez, canónigo conquense,  fuera preguntado  si  quería afrontar en la causa de los episcopados la defensa de parte del Capítulo conquense, dijo que, como en el documento del señor Papa no se hacía mención al Capítulo, ni el Capítulo debía ser citado ni debía responder en esta causa y el que tenía que alegar había llegado tal vez a un privilegio. Pidió también que el señor toledano  fuera condenado a los gastos porque inútilmente y sin causa, al citar al Capítulo, obligaba a éste a ser gravado y arrastrado por los gastos y costes;  y sobre esto pedía que se hablara.

Además, como por parte del señor obispo conquense se pidiera que el señor toledano mostrara las cartas del Capítulo toledano con la clara aceptación,  mostró  unas cartas  con el sello roto, según aparece en la carta de los interrogatorios, sobre lo que se discutió, como allí se contiene. De igual manera, como los jueces preguntaran al señor conquense si quería él mismo proponer cláusulas dilatorias en este momento, igual que se le fijo un espacio de tiempo  en la otra sesión,  para proponer éstas, según aparece en las citaciones, respondió que primero quería escuchar su respuesta sobre la substracción de los abogados, a la que el día anterior se había referido, pero si no  puede proponer nada, presentaría algunas protestas; sin embargo, porque el obispo conquense era agraviado en esto, los jueces ciertamente le dijeron que si en algo era agraviado, desaparecería el agravio porque eran prestos a que el agravio desapareciera.

El mismo dijo que en esto creía que había sido agraviado porque, tras su interlocutoria carta, muchas cosas podrían tal vez competirle que no le competen de ninguna manera ni supone agravio alguno; y después de estas cosas propuso contra el señor toledano que, por las cartas recibidas del Papa contra él, como en ellas no se hace mención expresa del Capítulo conquense ni del Capítulo toledano, no se podía proceder contra él. Como todas las cosas citadas, como queda dicho, fueran propuestas intercambiando opiniones declaramos, a saber: que hay que dar tregua al obispo conquense para probar la sustracción de los abogados que se dice que fue hecha por el señor toledano. Consecuentemente, también, intercambiando opiniones, declaramos  que nos podemos y debemos proceder a tenor del documento apostólico sobre aquello que para nosotros se manda en el mismo a pesar de la advertencia o alegación del señor obispo de Cuenca sobre aquellas cosas que decia:  “que por el documento apostólico en la causa de los obispados solicitados contra el mismo no se podía proceder porque en él no se hace mención al Capítulo conquense y el mismo sin consentimiento del Capítulo conquense ni hablaba ni  podía responder”.

Tras esto se hicieron preguntas por parte del obispo de Cuenca. Pidió el obispo conquense que se preguntara al señor toledano cuáles eran aquellos dos episcopados de los que se hace mención en el documento del señor Papa y que esto aclarara; y aquel  respondió que éstos son aquellos dos episcopados de los que se trata, a saber, el Arcabricense y el Valeriense. También pidió el obispo conquense que demostrara el señor toledano dónde terminaba cada uno de los dos obispados en toda su extensión. Respondió el señor toledano que esto no tenía que hacerlo. También preguntó el obispo de Cuenca que demostrara  qué obispado fue aquel que  por consenso tuvo que tener  el obispo de Cuenca por la indigencia de rentas. Respondió el señor toledano que a esto no tenía que responder. Sin embargo dijo otras cosas: creía que esto debía entenderse de Alcábriga más que de otro sitio, a no ser que otra razón indique que se refiera a otra cosa. Propuestas las citadas preguntas y respuestas, el obispo conquense pedía con insistencia que el señor toledano fuera obligado a dar una explicación sobre cuanto antecede. Decía que él no podía saber si debía ceder o aguantar ni tampoco podía  disponer totalmente en esta causa del episcopado para defenderse, y sobre esto pedía que se hablara.

Como de verdad nosotros le preguntáramos si quería proponer algunas treguas para algunas alegaciones, respondió que él para una aclaración no podía saber cuáles  tenía que proponer y cuáles no; decía también que él creía cuáles de alguna forma le competían y que tal vez después de una explicación no conviniera y que él creía cuáles de algún modo no le competían y que después de una explicación  podrían competirle; y así decía que él no podía actuar antes de una aclaración;  por lo que con insistencia pedía que sobre esto hablaran otros, decía que le producíamos un agravio, siguió pero se   protestó  de esta forma:

Protesto  porque, dada la explicación, creo que me corresponde poner en la causa una alegación de intento de falsedad y de omisión de la verdad;  y al mismo tiempo creo que  también me puede pertenecer como diócesis todo lo que el señor toledano considera  los reales antiguos episcopados. Propongo estas cosas y de algún modo explicaré y probaré en su tiempo y lugar como dicte el derecho cuando hablemos de los episcopados y limites.

  

Como realmente nosotros queríamos responder al principal ruego, el obispo conquense  desde su petición nada nos pedía para que sobre la citada  explicación nos dignáramos hablar.  Nosotros, pues, hablando con el consejo de los prudentes varones decretamos que el señor arzobispo toledano no está obligado en este momento a hacer la citada  explicación de los términos a petición de la parte contraria. En el tiempo en que viéramos que es el oportuno para esta explicación haríamos lo que fuera justo. Tras esto, como el procurador del Capítulo conquense con insistencia nos pidiera que condenáramos a dicho arzobispo toledano a los gastos porque inútilmente y sin razón  había hecho comparecer a este Capitulo, como decía, nosotros, considerando que   procuramos  conceder la citación a favor de dicho Consejo para notificarle, si prefería estar presente a la defensa de la causa del obispo de Cuenca, como esto parecía que había interesado en su primera fase, en consecuencia, nosotros, cambiando impresiones, decidimos que dicho arzobispo toledano a la petición del citado procurador conquense debía ser  absuelto.

En la causa de Moya, ante nosotros los citados jueces, así fue el proceso:  El señor arzobispo toledano pidió que se le hiciera restitución de la villa que se dice Moya con sus términos y con los frutos de aquí provenientes desde nueve años antes, y cuando  mostró como escrito acusador cierta carta sellada con nuestros sellos en la que se contenía cierta acta de otra sesión que hubo el domingo en el que se cantó “letare Jesusalem” y en esta carta  se contenía  dicha petición  del señor arzobispo, después de esto, como se hubiese discutido sobre ciertas cosas en esta causa, después de algún tiempo, en el mismo día y en la misma sesión se pidió por el señor arzobispo que el señor conquense respondiera sobre la cuestión de Moya; y entonces el obispo de Cuenca fue a parte para hacer consulta con su abogado y enseguida apareció con él y, estando presente su abogado, mostró como respuesta, como parecía, una escrito que contenía esto:

“Comunico que el señor arzobispo nunca poseyó Moya ni de jure ni de facto y si por casualidad probara que la poseyó, cosa que no creo, presentaré recurso de expoliación o de engaño, lo que probaré en el tiempo oportuno”. Y  poco después gritó al  señor toledano: ¡La respuesta a la disputa ha acabado!. Y así volvimos al día siguiente; pero este día se propuso por parte del señor obispo de Cuenca que la  respuesta a la disputa sobre la causa de Moya no había acabado entonces, porque el abogado entendía que él tendría que haber respondido y no el obispo cuando el abogado presentó el citado escrito. Y porque considerábamos que dicho arzobispo había propuesto la citada petición cuando dicho escrito fue presentado. Pero nosotros, los jueces, acordamos que, si está hecho,  hay que hacer notar que hay que presentarlo como más arriba se dice.

NOTA: El original conserva un sello de cera. avalado con la figura de la Virgen con el Niño a su izquierda y a la derecha una azucena. En su orla se lee: “Sigillum Ascensii canonicci burgensis”.



 

A. Catedral de Cuenca, Intitucional, Caja 3, nº. 7

Interrogatus episcopus conchensis de tempore quo dicit substractgionem advocatorum factam fuisse sibi per dominum toletanum respondit quod de die vel hora non recordatur sed dicit quod credit quod post aliam sessionem qua statuta fuit dominica praeterita qua cantatur letare Jerusalem facta fuit praedicta substractio.  Item cum ex parte conchensis episcopì peteretur a domino toletano quod exhiberet litteras capituli sui de rati abitione quod ratum haberet ea quae  per ipsum archiepiscopum agerentur in hac causa exhibuit quasdam litteras  quarum hic est tenor: Venarabili in Christo Patri M. Dei gratia burgensi episcopo ac dilectis amicis suis, Abbati de Rivo Sicco et A. burgensi canonico, a Summo Pontifice judicibus delegatis, R. decanus et capitulum toletanum, salutem in salutis auctore.  Universis praesentibus innotescat quod quidquid venerabilis in Christo Pater R. toletanus archiepiscipus in causas quasdam habet contra episcopum et capitulum conchensem per se vel per procuratorem duxerit faciendum ratum habemus et firmum et hujusmodi litterae fuerunt sigillatae quodam sigillo quod rumptum erat  et pro magna parte destructum erat ita quod de figura imaginis impresae  in sigillo parum appareret ita quod non poterat apparere utrum essent literae capituli vel non et consequenti objectum fuit ex parte domini conchensis contra litteras  easdem quod non constaret quod sigillo capituli essent sigillatae per easdem tamquam per verum instrumentum et autenticum non poterat fieri plena fides. Post aliquamdam autem disputatiponem ad instantiam domini toletani interrogatus fuit Dominicus Petri canonicus conchensis qui constitutus fuerat procurator in alia sessione a domino conchensi;  tunc coram  judicibus in eadem sessione praescriptae litterae fuerint sibi praesentatae cum  sigillo capituli toletani, respondit quod credebat  quod sic. Alegabatur tamen nihilominus ex parte domini conchensis quod nec hoc  praedictis litteris fide aliqua debebat adhiberi. Item cum ad instantiam domini conchensis episcopi judices interrogarentur utrum praedictae litterae representatae fuerunt ipsis judicibus in alia sessione cum sigillo capituli toletani responderunt quod sic. Et post haec conchensis episcopus non institit dicta quaestione amplius. Item  interrogatus dominus conchensis episcopus ad instantiam domini archiepiscopi  utrum in Arcabricensi episcopatu negotia essent discreta et res discretae an negotia essent communia et res communes an negotia essent discreta et res communes episcopo et capitulo conchensi atento uso, respondit  quod quis sis  Arcabricensis episcopatus ignorabat set in illis locis in quibus secundum vulgi opinionem erat Arcabricensis episcopatus quaedam negotia sint discreta quaedam communia et quaedam res discretae quaedam communes ipsi episcopo et capituli conchensi et quod in ipsa ecclesia cathedrali conchensi negotia sint discreta.  Eadem interrogatio facta est ad instantiam domini toletani super episcopatu Valeriensi et eadem responsio facta est a domino conchensi. Item interrogatus  praedictus Dominicus Petri, canonicus conchensis, procurator capituli conchensis, utrum rata haberet ea quae praedicta et acta sunt per dominum conchensem respondit quod cum in rescripto domini Papae non fieret mentio de capitulo conchensi non tenebatur responderet super hoc coram ipsis judicibus et ad mandatum suum tamen ipse venerat fori privilegium allegaturus. Petebat  dominum toletanum sibi condempnari in expensis eo quod  procurationem suam  fecerat in expensis et sumptibus inutilitate labore et super hoc petebat interloqui. Peciit conchensis episcopus quod interroguet dictus toletanus qui essent illi duo episcopatus de quibus fit mentio in rescripto domini Papae et quod hoc specificaret  et ipse respondit quod isti sunt illi duo episcopatus de quibus agitur, scilicet, Alcabricensis et Valeriensis. Item petiit conchensis episcopus certificari a domino toletano  ubi uterque  illorum duorum episcopatum  terminetur ex omni parte. Respondit dominus toletanus quod hoc facere non tenebatur. Item petiit  conchensis episcopus certificare  per dominum toletanum  quis sit  ille episcopatus  quem conssesum fuit  conchensi  episcopo tenere  propter tenuitatem redituum. Respondit dominus toletanus  quod  in hoc respondere non tenebatur. Item alia die  interrogatus super hoc respondit quod magis credebat quod hoc intelligere de Arcabricensi quam de alio nisi alia ratio induceret eum ad aliud credendum. Responsio conchensis episcopi super causa de Moia: Dico quod dominus  archiepiscopus numquam possedit Moiam neque de jure neque de facto et, si forte probaverit se possedise, quod non credo, obicio sibi exceptionem spoliationis vel doli quod probabo tempore oportuno.


Traducción: A. Catedral de Cuenca, Intitucional, Caja 3, nº. 7

Preguntado el obispo conquense sobre el tiempo en el que dice que se hizo la substracción de los abogados por el señor toledano, respondió que no se acordaba del día ni de la hora, pero dice que cree que después de la otra sesión que secelebró el domingo pasado cuando se cantó “letare Jerusalem”, se hizo la citada sustracción.  Igualmente, como por parte del obispo conquense se pidiera del señor toledano que  mostrara las cartas de su Capítulo de clara participación y que tenía aceptado  aquellas cosas que son tratadas por este arzobispo en esta causa, mostró ciertas cartas  de las que este es el  contenido:  Al venerable  Padre en Cristo M.,  por la gracia de Dios obispo de Burgos y a sus estimados amigos  suyos , el Abad de Rio Seco y Asensio, Canónigo de Burgos, jueces  delegados  por el Sumo  Pontífice, R. decano y el Capitulo Toledano,  salud en el autor de la salud.

Conozcan todos los presentes que todo cuanto el venerable Padre en Cristo, R., arzobispo toledano, tiene en ciertas causas contra  el obispo y el Capítulo conquense, lo que por sí mismo o por  el procurador decida hacer damos por aceptado y firme;  y así fueron selladas las cartas con cierto sello que estaba roto y en gran parte destruido,  de tal manera que poco era visible de la imagen impresa en el sello, de modo que no podía mostrar si eran letras del Capítulo o no. Consecuentemente por parte del  señor conquense hubo oposición contra estas cartas porque no era claro que estuviesen selladas con el sello del Capítulo y porque por ellas mismas, como verdadero y auténtico documento, no podían ofrecer plena confianza. Tras cierta disputa, a instancia del señor toledano fue interrogado Domingo Pérez, canónigo conquense, que  había sido constituido procurador en la otra  sesión  por el señor conquense;  entonces  ante los jueces en la misma sesión le fueron presentadas las citadas cartas con el sello del Capítulo toledano y dijo que creía que era así.

A pesar de todo se alegó de parte del señor conquense que ni por esto debía aceptar las citadas cartas. Igualmente, como a instancia del señor obispo conquense los jueces interrogaron si las citadas cartas fueron presentadas a estos jueces en otra sesión con el sello toledano, respondieron que fue así. Y, tras estas cosas, el obispo conquense no insistió más ampliamente en esta cuestión.

Preguntado, igualmente, el señor obispo de Cuenca a instancia del señor arzobispo si en el obispado Arcabricense los procesos  son excelentes y las cosas excelentes o los procesos son vulgares  y las cosas vulgares o los procesos son excelentes y las cosas vulgares para el obispo y el Capítulo conquense con cuidada utilización;  respondió:  ignoraba que seas el obispo de Arcábriga, pero en aquellos lugares en los que según la opinión del vulgo pertenecían al obispado Arcábricense algunos procesos son excelentes y otros vulgares y ciertas cosas son excelentes y otras vulgares para el obispo y el Capítulo conquense y que en la misma iglesia catedral de Cuenca los procesos son excelentes.

Esta misma pregunta fue hecha a instancia del señor toledano sobre el episcopado valeriense y la misma respuesta fue dada por el señor de Cuenca. De igual forma preguntado el citado Domingo Pérez, canónigo de Cuenca, procurador del Capítulo conquense si tenía ratificadas aquellas cosas que eran dichas y avanzadas por el señor conquense, respondió que, como en el documento del señor Papa no se hace mención  del Capítulo conquense, no tenía  que responder sobre esto ante aquellos jueces y ante  su mandato tendría que recurrir al privilegio del fuero y pedía que el señor toledano  fuera condenado a los gastos por todo lo que su trabajo inútil había ocasionado en gastos y costes y sobre esto pedía que se hablara. Pidió el obispo conquense que pregunte dicho toledano cuáles eran aquellos dos obispados de los que se hace mención en el documento del señor Papa y que detallara esto; y  aquel respondió que estos son aquellos dos episcopados de los que se trata, a saber, Arcábricense y Valeriense.  Igualmente pidió el obispo conquense que demostrara el señor toledano dónde  terminaba cada uno de los dos obispados en toda su extensión.  Respondió el señor toledano que esto no tenía que hacer.  Igualmente  pidió el señor  obispo de Cuenca   que  demostrara  el señor  toledano  qué episcopado es aquel  que  fue concedido tener al obispo de Cuenca por la indigencia  de rentas.

Respondió  el señor toledano que a esto no tenía que responder.  Igualmente al otro día  interrogado  sobre esto  respondió que  creía  que  esto  debía entenderse  de Alcabriga más que de otro, a no ser que otra razón indujera a él a creer en otra cosa. La respuesta del obispo conquense  sobre la causa de Moya: “ digo que el señor arzobispo nunca poseyó Moya ni  “de jure” ni ”de facto”  y si por casualidad  probara  que  la poseyó, lo que no creo, le presento una alegación  de expoliación o de engaño, lo que probaré en el tiempo oportuno.”

  

NOTA: Aparece un sello de cera más grande, también ovalado, se ve la figura de  un obispo con mitra y báculo y la mano derecha levantada con ademán de bendecir. En su orla se lee :  ”Sigillum Mauricii, burgensi episcopi


Catedral de Cuenca, Institucional,  Caja  3,  nº 8

Cum olim ego divina misericordia R. Toletanae sedis Archiepiscopus hispaniarum primas a Sede apostolica litteras impretrassem ad judices delegatos M. burgensem  episcopum et B. Abbatem de Rivo Sicco et A. Burgensem canonicum contra Conchensem episcopum super provisione duorum episcopatuum quos ex permissione vel indulgencia Sedis Apostolicae hunc usque dicitur tenuisse. Item super restitutione juris diocesani in villa quae dicitur Moya cum terminis suis quo me dicebam per eumdem episcopùm expoliatum et dictus episcopus citatus pluries  coram dictis judicibus per procuratorem comparuisse et ad sui defensionem tam in  excepcionibus proponendis quam impetendis induciis multa fuisset proposita et allegata tandem utroque nostrum in praesentia praedictorum judicum comparente in dominica Trinitatis quae post festum Pentecostes octava die occurrit post multas et varias utriusque partis allegationes postquam etiam super quibusdam  exceptionibus interlocutiones ab ipsis judicibus prolatae fuerant et receptae et ad interrogaciones utriusque factas responsum fuerat prout in Actis judicum continetur. Nos, scilicet, Archiepiscopus toletanus et conchensis episcopus (añadido entre líneas)VOLENTEM NOBIS ET ECCLESIIS NOSTRIS PARTEM SUMPTIBUS ET EXPENSIS [1], volentes etiam a causarum strepitu et judiciorum litigiis sine litigio recedere et via regia incedentes viam pacis pro ceteris eligere de comuni consensu communicato prudentium virorum consilio qui nobiscum adherant de nostris ecclesiis compromittimus in dominum burgensem episcopum et in Magistrum Velam Archidiaconum de Palenciola et in Magistrum Apparicium Sacristam  burgensem super omnibus hiis qui in praedictis causis in judicium deducta fuerant, scilicet, super provisione duorum episcopatum prout in rescripto domini Papae continetur facienda et super restitutione juris diocesani villae quae dicitur Moia cum terminis suis quos tunc habebat et cum fructibus inde perceptis vel qui percipi potuerunt, taliter autem compromittimus in eosdem ut ipsi sine estrepitu judiciali et sine solemni causae cognitione quae in judiciis sive in arbitriis quae ad similitudinem judiciorum hodie sunt redacta consueverit exerceri de plano procedant in ipso negotio ad plenam veritatem inquisitionem, ita quod ab utraque parte instrumenta omnia ad ipsas causas pertinentia exigant  et  penes se retineant Testes etiam ab utralibet parte producendos si expedire viderint quando et a quo et ubi providerint recipiant et, si magis eis placuerit, ad cognitionem veritatis per inquisitionem procedant. Partes etiam interrogent et ad interrogata respondere compellant quamdocumque et ubicumque ad causae decisionem hoc viderent expedire. Praeterea si necesse vel utile vel expediens eis visum fuerit ad loca ipsa  peresonaliter accedant et oculate fide tam super locis quam super omnibus aliis super quibus certificari voluerit plenissime certificentur. Compromittimus etiam in ipsos tamquam in arbitratores ita ut eorum mandato vel precepto vel provisioni  super praedictis omnibus stare et obedire teneamur sub pena inferius denotata. Compromittimus etiam in eosdem sic quod si aliquid humanitus acciderit de alterutro arbitrorum qui aducti sunt  burgensi episcopo vel alteruter eorum aliquo detentus impedimento ad esse non potuerit dictus burgensis episcopus loco ejus sustituat quem viderit expedire. Item si de ipso episcopo aliquid humanitus contigerit alii duo arbitri loco ejus sustituant alium quemcumque et unumquemque voluerint preter quam de Toledana, Segobrice et Conchense diocesibus ita quod super his nec consensus nec precium requiratur nec conditio audiatur. Sic etiam compromittimus in eosdem ut eis teneamur expensas communiter contribuere quantascumque et quandocumque a nobis pecierint tam pro ipsis et suis copiosissime procurandis quam pro petendis consiliis vel consiliariis tan de regno Castellae quam etiam aliunde undecumque vel super consultatione facienda, si hoc eis visum fuerit quam super aliquo vel aliquibus Sedis Apostolica consulatur et generaliter nos communiter obligamus ad omnes expensas quamtascumque et ubicumque et quamdocumque et super quibuscmque a nobis dixerint exigendas. Ut autem hoc nostrum compromisum firmum et stabile perpetuo permaneat.  Ego, dictus R. Archiepiscopus toletanus hispaniarum primas compromisum ipsum vallo et roboro pena quinque milium aureorum et promitto  per stipulationem soluturum haec quinque milia aureorum ipsis arbitris seu arbitratoribus si mandato vel praecepto vel provisioni suae in aliquo duxerimus resistendum et pro eis quinque milibus aureorum nomine pignoris obligo do et trado villam quam dicitur villa Umbrales prope Palenciam domino burgensi episcopo, ita quod si mandato vel praecepto vel promiosioni praedictorum arbitratorum vel arbitrorum in aliquo resistere curavimus liberam ipse habeat cum aliis arbitriis potestatem et facultatem retinendi sibi vel dandi conchensi episcopo si hoc viderit faciendum donec quinque milia aureorum sint soluta, ita quod ex istis quinque milibus  aureorum duo milia percipiat burgensis episcopus et mille dentur aliis duobus episcopis  et adversae parti  duo milia  persolvantur. Promitto etiam sub pena mille aureorum ipsis arbitris solvendorum quos eis  per stipulationem promitto si usque ad octavam diem post festum beatorum apostolorum Petri et Pauli proximo venturum hoc nom adimplevero quod haec omnia praedicta rata et firma haberi faciam per Capitulum Toletanum. Praeterea  renuncio rescriptis apostolicis super praedictis causis a me impetratis, ita tamen  quod si conchensis episcopus  mandato vel praecepto vel provisioni praedictorum arbitrorum vel arbitratorum stare vel obedire noluerit solvat praedictis arbitris praedictam penam quinque milium aureoreum et causae nihilominus redeant ad statum pristinum in quo erat ante factum compromisum salvis omnibus  exceptionibus utriusque partis et omni jure sivi competenti sive ex rescriptis  sive aliunde et salvis hiis qui in actis  judicum continentur. Ego vero, G., conchensis episcopus obligo me et conchensem ecclesiam ad praedictam penam quinque milium aureorum eodem modo per omnia quo se dominus toletanus  Archiepiscopus obligavit et similiter obligo do et trado pro hiis quinque milibus  aureorum nomine pignoriis ortam cum pertinentiis suis domino burgensi episcopo sub eadem forma penitus  sub qua superius  villam  quam  villa Umbrales dicitur dominus toletanus archiepiscopus obligavit. Promitto etiam sub pena mille aureorum ipsis arbitris solvendorum quos eis per stipulationem promitto si usque ad octavam diem post festum beatorum apostolorum Petri et Pauli proximum venturum hoc non adimplero, similiter me facturum, scilicet, quod praedicta omnia rata et firma haberi faciam per conchensem Capitulum. Promitto etiam bona fide quod omnia instrumenta ad causas istas pertinentia quaecumque habere potuerim per me vel per alios in ecclesia mea vel ubicumque praedictis arbitratoribus tradam vel tradi faciam per sacristam et magistrum scolarum et Domicum Petri canonicum conchensem et ut ipsum compromissum validius et stabilius stabiliatur compromissum ipsum per praedictos delegatos judices fecimus confirmari. Praeterea de consensu percium eisdem arbitris a praedictis judicibus delegatis consessa est potestas compellendi testes quoscumque et unumcumque ad ferendum testimonium super praedictis quamdocumque et undecumque viderint expedire. Ut autem hoc instrumentum perpetui roboris obtineat firmitatem nostrorum sigillorum munimine duximus roborandum. Quoniam autem generalis terrae consuetudo obtinet ut ferre  de quolibet contractu vel de quolibet re duplex conficiatur instrumentum et per alfabetum protactis litteris dividatur. Ideo duas cartas de hoc compromissum fieri fecimus et eas per alfabetum duximus dividendas.
Facta carta Burgis Era milesima ducentesima quinquagesima octava Kalendis Junii. Hujus rei testas sunt: R. decanus,J. Petri Archidiaconus. Thesaurarius. D. Garsiae, Concellarius, Dominus Fortunius Canonicus Toletanus. Petrus Sancci Canonicus seguntinus, Magister Martinus de Turegano, Magister Bernardus. Item de conchensi ecclesiae  G. Petri decanus, D. Petri canonicus. Dominicus Romerus. De burgensi ecclesiae Martinus Archidiaconus. Magister Vela Archidiaconus, Magister A. Sacrista, Prior Johanes  Pegrinus Abbas de Franucea.

[1] Frase  AGREGADA entre líneas al documento. Lo que da  origen de otro documento  (Caja 3.  nº.9) que confirma la validez de las palabras agregadas.


 

Traducción: Catedral de Cuenca, Secc. Institucional  Caja  3,  nº 8  rep

Como que hace tiempo que yo, Rodrigo, por la Divina misericordia arzobispo de la sede de Toledo, Primado de España, consguiéramos cartas de la Sede Apostólica para los jueces delegados Mauricio, obispo de Burgos, B. Abad de Rio Seco y A. Canónigo de Burgos contra el obispo de Cuenca sobre el ordenamiento de dos episcopados que por  consentimiento o indulgencia de la sede apostólica desde siempre dice haber tenido, y también sobre la restitución del derecho diocesano en la villa que se dice Moya con sus términos donde decía que yo había sido expoliado por el mismo obispo y, como  dicho obispo, citado muchas veces por el procurador a presencia de dichos jueces hubiese comparecido y en su defensa tanto en las alegaciones propuestas como en las peticiones de alargamiento se hubiesen propuesto y alegado muchas cosas, finalmente, a cada uno de nosotros, que comparecía en presencia de los citados jueces el domingo de la Trinidad que sucede al octavo dia de la fiesta de Pentecostés, tras muchas y variadas alegaciones de cada una de las partes y después que sobre cada una de las alegaciones se habían presentado y recibido propuestas por los mismos jueces, a las preguntas hechas a cada uno se respondió como en las actas de los jueces  se contiene: Nos, a saber, el arzobispo de Toledo y el obispo de Cuenca, queriendo para nosotros y para nuestras iglesias una parte de los bienes y rentas[1], y queriendo también retirarse del alboroto del enfrentamiento y de los pleitos de los jueces y, además, acordando elegir la vía regia como vía de paz de común acuerdo, aceptando el consejo de los prudentes varones que con nosotros habían tomado parte de nuestras iglesias, nos comprometemos ante el citado obispo de Burgos y ante el Maestro Velam, arcediano de Palencia y ante el Maestro Aparicio, sacristán  de Burgos, en todas estos asuntos que en las citadas causas habían sido sometidos a juicio, a saber, en la provisión de los dos obispados que, según se contiene en el escrito del señor Papa, hay que hacer y sobre la restitución del derecho diocesano a la villa que se dice Moya con sus términos que entonces tenía con los frutos provenientes de allí o los que pudieran igualmente provenir. Igualmente también nos comprometemos  ante los mismos a que ellos mismos,  sin aboroto judicial  y sin la solemne instrucción de la causa que en los juicios o en las decisiones, a semejanza de las sentencias judiciales hoy son redactadas, puedan  actuar y llegar totalmente en este asunto a la indagación plena de la verdad; de tal manera, que exijan de cada una de las partes todas las pruebas pertinentes  y las retengan en su poder. Reciban a los testigos que han de ser proporcionados, si consideraran conveniente, cuándo, cómo y dónde los propusieran y, si les parece mejor, procedan por la indagación.

Pregunten a las partes y obliguen a responder a las preguntas cuándo y dónde estimaran que esto contribuye a la desición de la causa. Además, si necesario o útil o conveniente les pareciera accedan a estos lugares personalmente y por el reconocimiento ocular indaguen plenamente tanto sobre los lugares como sobre las demás cosas sobre las que quisieran indagar. Nos comprometemos  también ante ellos  como ante los árbitros de tal manera que tendremos que estar y obedecer a un mandato de ellos o a un ruego o a una sugerencia sobre todo lo expuesto bajo la pena más abajo apuntada. Nos comprometemos también ante los mismos, de manera que, si por muerte faltara alguno de los dos árbitros que fueron agregados por el obispo de Burgos o alguno de ellos, rechazado por algún impedimento, no pudiera estar presente, dicho obispo de Burgos ponga en su lugar a quien vea que conviene. Igualmente, si por muerte faltara este obispo, otros dos árbitros pondrán en su lugar a otro cualquiera y quien quiera, excepto de las diócesis toledana, segobricense y conquense, de tal manera que, sobre estas cosas ni consenso ni compensación se requiera ni se ponga condición. Así también nos comprometemos ante ellos a que  consideren  que los gastos se paguen  por partes iguales, tantos y cuándo reclamen de nosotros tanto por ellos mismos y sus muchos colaboradores, como por las cosas que hay que pedir a los consejos y consejeros tanto del reino de Castilla como de cualquier otro de cualquier lugar o  por las consultas que hay que hacer, y si lo vieran oportuno, también sobre aquello o aquellas cosas por las que la Sede Apostólica sea consultada; y en general nos obligamos por partes iguales a todos los gastos, cuandoquiera y dondequiera y sobre cualquier cosa que dijeren exigirnos. Para que nuestro compromiso permanezca firme, estable y duradero:, Yo, ya citado, R., Arzobispo de Toledo, Primado de España, este compromiso defiendo y consolido con la pena de 5.000 monedas de oro y prometo con promesa solemne   que yo pagaré estas 5.000 monedas de oro a los árbitros o arbitradores si a algún mandato u orden o previsión de los mismos osáramos oponernos y por estas 5.000 monedas de oro, como garantía, me obligo, doy y entrego la villa que se dice Villa Umbrales, cerca de Palencia, al señor obispo de Burgos; de tal manera que, sien algo procuráramos oponernos a algún mandato, orden o previsión de los citados árbitros o arbitradores, éste tendría libre poder facultad con los demás árbitros y facultad de retener para sí o de dar al obispo de Cuenca, si conviniera hacerlo, hasta haber satisfecho las 5.000 monedas de oro; de tal manera que de estas 5.000 monedas de oro 2.000  reciba el obispo de Burgos y 1.000 se den a los otros dos obispos y 2.000 se paguen a la parte contraria. Prometo, también, bajo la pena de 1.000 monedas de oro que habría que pagar a los mismos árbitros a los que les prometo con promesa solemne que, si al octavo día después de la fiesta de San Pedro y San Pablo próxima a venir  esto no hubiera cumplido, haré que estas cosas citadas  se consideren seguras y firmes por el  Capítulo Toledano.

Además renuncio a los escritos apostólicos conseguidos por mi para las citadas causas, de tal manera también que, si el obispo de Cuenca algún mandato, orden o previsión  de los citados árbitros o arbitradores no quisiera aceptar o obedecer, pague a los  citados árbitros la citada pena de 5.000 monedas de oro y las causas vuelvan en todo al estado en el que estaban antes de haber hecho el compromiso, salvo todas aquellas limitaciones de ambas partes y todo derecho competente a ellas por rescriptos o por otra razón y salvando aquellas cosas  que en las actas de los jueces se contengan.
Yo, igualmente, G., obispo de Cuenca, me obligo, y también la iglesia de Cuenca, a la citada pena de 5.000 monedas de oro del mismo modo y por todas las cosas por las que se obligó el señor arzobispo de Toledo, e igualmente me obligo, doy y entrego  como garantía de estas 5.000 monedas de oro una huerta con sus pertenencias al  señor obispo de Burgos  totalmente  de la misma forma con la que más arriba se obligó el arzobispo toledano a la villa que se dice villa Umbrales.
Prometo también bajo la pena de 1000 monedas de oro, que habría que pagar a los  mismos árbitros y que les prometo con promesa solemne, que, si al octavo día después de la fiesta de San Pedro y San Pablo próxima a venir esto no hubiera cumplido,  igualmente yo haré, a saber, que estas cosas citadas haré que se consideren seguras y firmes por el Capítulo Conquense. Prometo también de buena fe que todos aquellos documentos relacionados con estas causas intentaré conseguir,  cualesquiera que sean,  por mí o por otros en mi iglesia o donde quiera que sea entregaré o haré que se entreguen  a los citados arbritadores por el Sacristán y el Maestro de Escuelas y por Domingo Pérez, canónigo conquense; y, para que este compromiso sea considerado válido y estable, el mismo compromiso hicimos que fuera confirmado por los citados jueces delegados. Además, de acuerdo con las partes a estos  árbitros delegados por los citados jueces, se les concede poder de obligar a los testigos y a cada una de ellos a aportar  su testimonio sobre los hechos cuando y donde quiera consideren que fuere oportuno. Para que este documento con verdadera fuerza adquiera firmeza, mandamos que sea robustecido con la señal de nuestros sellos.
Y porque sigue la costumbre de toda la  tierra, cuando se trata de cualquier contrato o de cualquier otra cosa, dos documentos son elaborados y por las  letras que los juntan del alfabeto son cortados y así dos cartas de este compromiso hicimos que fueran hechas  y ordenamos que éstas  fueran divididas por las letras.
Carta hecha en Burgos el 25 de Mayo del año 1220. Siendo testigos de ello: R. Decano,  J.Pérez, Arcediano y Tesorero, D. García, Consiliario, Domingo Fortún Canónigo Toledano, Pedro Sancho, Canónigo Seguntino, el Maestro Martín de Turegano, el Maestro Bernardo. Y también por parte de la iglesia de Cuenca: G. Pérez, D. Petri, Canónigo, Domingo Romero. De la iglesia de Burgos: Martín, Arcediano, Magister Vela,  Arcediano, Magister A. Sacristán, el Prior Juan Peregrino, Abad de Franucea.


[1] Traducción de la frase agregada.


A.C. de Cuenca.  Institucional,  Caja 3, nº 9

Notum sit omnibus praesentem páginam inspecturis quod inter me, scilicet, R. divina miseratione toletanum Archiepiscopum hispaniarum primatem ex una parte et G. conchensem episcopum ex altera quaetio verteretur super provisione  duorum episcopatuum quos idem episcopus dicitur tenuisse et super restiututione juris diocesani villae quae dicitur Moia cum terminis suis coram judicibus a domino Papae delegatis, scilicet. M. Burgensi episcopo et R. Abbate de Rivo Sico et A. burgensi canonico tandem coram eisdem judicibus fuisse aliquandiu disputatum. Nos dictus, scilicet, Archiepiscopus et episcopus compromisimus in dictum M. Buergensem episcopum et Magistrum V. Archidiaconum de Palenciola  et Magistrum A. Sacristam burgensem super hiis quae in praedictis causis in judicium deducta fuerant sub pena quinque milium aureorum. Compromiso igitur inter nos solemniter celebrato cum de compromisso ipso duo instrumenta per alphabetum divisa confici fecissemus et eadem nostrorum sigilorum munimine duxerimus roboranda. Invenimus quod per negligenciam scriptoris in instrumento quod penes se dominus conchensis episcopus retinuerit deerat haec clausula: VOLENTEN NOBIS ET ECCLESIIS NOSTRIS PARTEM SUMPTIBUS ET EXPENSIS. [1] Unum de conscientia  et consensu nostro eamdem clausula aposita est  interlinealiter et competenti loco juxta principium colocata. Profiteor ergo ego R. dictus Archiepiscopus toletanus et recognosco quod propter praedictae clusulae  adictionem, prout dictum est interlineliter possitam, nullum conchensi episcopo praejudicium debeat generari. Facta carta Burgis Era Milesima ducentesima quinquagesima octava.  Kalendas Junii.




Traducción: A.C. de Cuenca.  Institucional, Caja 3, nº 9

Sea conocido por todos los que vean esta página  que entre yo, a saber, R. por la divina misericordia Arzabispo de Toledo, Primado de España de una parte y G. obispo de Cuenca, por la otra se presenta la cuestión sobre el ordenamiento de dos episcopados que  el mismo obispo dice haber tenido y sobre la restitución del derecho diocesano a la villa que se dice Moya con sus términos ante los jueces delegados por el señor Papa, a saber, M. obispo de Burgos, y R. Abad de Río Seco y ante Asensio, canónigo de Burgos, que ante estos jueces se discutiera durante algún tiempo. Nosotros, el ya citado, a saber, Arzobispo de Toledo y el obispo de Cuenca nos comprometemos ante Mauricio, Obispo de Burgos, y ante el Maestro Velan, Arcediano de Palencia, y ante el Maestro  A.  Sacristán de Burgos con todas  aquellas  cosas que se determinen  en el juicio en las citadas causas bajo la pena de 5.000 monedas de oro. Del compromiso solemnemente celebrado entre nosotros como del compromiso mismo dos documentos separados por las letras hicimos que se elaboraran y mandamos que fueran fortalecidos con el oficio de nuestros sellos. Y encontramos que por negligencia del escribano en el documento, que es en nuestro poder, el obispo observa que falta esta cláusula: “ Queriendo para nos  y nuestras iglesias una parte de los frutos y expensas” Solamente con nuestro conocimiento y consenso esta cláusula es agregada entre líneas y en el lugar adecuado colocada al principio. Declaro, pues, yo, R. dicho  arzobispo toledano y reconozco que  por la intercalación de esta cláusula, como queda dicho, colocada entre líneas no se debe originar ningún perjuicio al obispo de Cuenca. Carta  hecha en Burgos el año 1220 el 1 de Junio.

 


[1] Esta frase es la razón de este documento. Al estar superpuesta entre lineas en el primero  (Caja 3, nº 8) se redacra este documento para dar validez  a la frase insertad


A.C.C.I. Caja  3,  nº 10  Burgos  6

Notum sit omnibus praesentem cartam inspecturis quod nos M. divina miseratione burgensis episcopus et R. Abbas  de Rivo Sicco et A.canonicus burgensis judices a domino Papa  delegati in causis quae vertuntur  inter  dominum Archiepiscopum toletanum ex una parte et conchensem episcopum ex alia super provisione duorum episcopatuum quos idem episcopum ex permissione vel indulgencia Sedis apostolicae  dicitur tenuisse et super restititione juris diocesani villae quae dicitur Moia.

Cum in ipsis causis ad citationes faciendas et partibus in nostra praesentia constitutis ad interrogaciones partibus faciendis et etiam ad quasdam interlocutorias sententias processerimus proferendas tandem adictis Archiepiscopo toletano et episcopo conchensi compromissum est  in me  burgensem episcopum et Magistrum V. archidiaconum de Palenciola et Magistrum A. Sacristam burgensem. Compromisso igitur enter se sollemniter facto iam dicti archiepiscopus et episcopus a nobis praedicti judicibus delegatis cum instantia postularunt quatenus ipsum arbitrium seu compromissum auctoritate  Sedis Apostolicae  qua fungebamur confirmare dignaremur et quod dictis arbitris potestatem compellendi testes quoscumque et undecumque  super hiis  qui in ipso arbitrio continentur ducerent  compellendos concedere dignaremur. Nos igitur auctoritate Sedis Apostolicae qua fungimur in hac parte iam dictum arbitrium ratum et firmum habentes  roboramus  et in quamtum possumus  confirmamus. Praeterea  iam dictis arbitris potestatem et facultatem compellendi testes committimus prout superius est petitum. Ego vero iam dictus burgensis episcopus eamdem potestatem compellendi testes mihi  retinuo et  jurisdictionem mihi delegata de qua superius est  praemissum. Facta carta Burgis Era  M CC LVIII.


Traduccion: A.C.C.I. Caja  3,  nº 10  Burgos  6

Sea  conocido por todos los que vean esta carta  que  M.. por la Divina  Misericordia, obispo de Burgos y R.. Abad de Rio Seco y A., Canónigo  de Burgos,  jueces por el señor Papa delegados en las causas que se debaten  entre el señor Arzobispo de Toledo de una parte y el obispo de Cuenca por otra sobre provisión de  los  dos episcopados que  el mismo  obispo  con autorización  o indulgencia de la Santa Sede se dice  poseer y sobre la restitución del derecho diocesano a la villa que se dice Moya.

Cuando procedimos a hacer las citaciones en estas causas, constituidas las partes en nuestra presencia para los interrogatorios a las partes presentadas que debían hacerlo  y también para presentar algunas sentencias acordadas, por parte del arzobispo de Toledo y del obispo de Cuenca hubo un compromiso ante mí, obispo de Burgos, y ante el Maestro V. Arcediano de Palencia y ante el Maestro A. sacristán de Burgos.  Hecho este compromiso entre ellos solemnemente, los citados, el arzobispo y el obispo nos pidieron con insistencia que este acuerdo o compromiso aseguráramos y nos dignáramos con la autoridad de la Santa Sede con que gozamos fuera confirmado por nosotros, jueces delegados de lo que antecede; y que nos dignáramos también  conceder a dichos árbitros el poder de obligar a cualquiera de los testigos en todo aquello que sobre estas cosas  en dicho proceso  se contiene, y que consideren que  pueden  ser obligados..Nosotros, pues, con la autoridad que gozamos de  la Santa Sede, considerando ya en esta parte dicho proceso fijado y firme,  lo corroboramos  y en cuanto podemos lo confirmamos. Además concedemos a dichos árbitros poder y facultad  de obligar a los testigos, como más  arriba  se  pide. Yo, el  ya citado obispo de Burgos, retengo para mí la misma facultad  de  obligar  a los jueces y la jurisdicción  en mi delegada,  de  la que más arriba  se expuso.  Hecha la carta en Burgos, el año 1220.


Cat. Cuenca, Institucional, Caja 4, nº 71 Moya recibe las prerrogativas de Cañete


Transcripción

Notum sit omnibus tam praesentibus quam futuris quod ego Ferdinandus Dei gratia Rex Castellae, Toleti, Legioni et Gallae inveni privilegium  ab evo meo, illustri rege Alfonsi, felicis memoriae, conditum in hunc modum. Inter cetera pietatis opera salutare est  et Regibus  praesertim  conveniens Ecclesias Dei diligere et honorare  easque propriis  temporalium rerum facultatibus locupletari quatenus  per factorum  intercessiones et merita  quorum in eisdem  Ecclesiis  celebratur  memoria  ac per devotas preces ministrorum licet divinis obsequis asidue  vacantium  suorum  in praesenti veniam  consequi delictorum  atque in futuro aeternae rembitationis  bravium adipisci mereatur.  Eapropter  ego Aldefonsus Dei gratia Rex Castellae et Toleti una cum uxore mea  Alionor Regina et cum filio meo Ferrando divinae pietatis intentu pro animabus parentum meorum et salute propria  facio cartam donationis concessionis et stabilitatis  Deo et conchensae ecclesiae Beatae Mariae et vobis dono Johanni ejusdem instanti Episcopo vestrisque sucessoribus  et universo eiusdem Ecclesiae canonicorum  Capitulo praesenti et futuro perpetuo valituram. Dono namque vobis et concedo decimas omnium redditum regalium de Conca et  Opte et de Valeria  de  Monte Acuto, videlicet, de portaticis, de calumpniis, de giraticis, de agricultura, de vineis, de salinis, de molendinis de ortis et de omnibus aliis  quae in praedictis villis  ad Regem pertinent, exceptis  petitionibus et fonsaderiis. Idcirca dono et concedo  praedicto canonicorum  Capitulo decimas portatici et salinarum et  quintarum  de Caneto. Haec omnia praescripta  praedicto modo  dono vobis  et  concedo iure hereditario in perpetuum habenda et irrevocabiliter possidenda. Et haec meae donationis  concessionis  et stabilitatis pagina nostra et stabilis omni tempore praeservet. Si quis vero  hanc cartam  infringere  seu diminuere in aliquo praesumpseret  iram Dei Omnipotentis  plenarie incurrat et cum Juda domini proditore  infernalibus  mancipetur  penis  et insuper Regiae parti mille  libras auri purissimi in coro persolvat et dampnum  vel  auctoritatem vestram  pulsanti  intulerint  duplicatum restituat. Facta carta in Segoncia  Era  M CC XXX III , IIII idus  Septembri.. Quia vero villa quae dicitur Moya postmodum populata fuit et portaticum  quod solebat percipi in Caneto, quae nunc est aldea de Moya, percipiatur  in Moya, quia portaticum quod  solebat percipi  in Valeria nunc percipitur in Alarcone. Ego Ferrandus, Dei gratia, Rex Castellae et Toleti, Legione et Galliciae  mando quod  portaticum quod ex donatione famossissimi avi mei Regis Alcefonsi percipiebatis  in Caneto percipiatis  in Moya et simili portaticum quod solebat percipi in Valeria  percipiatis in Alarcone. Et licet iam diu famossissimi avi mei ob reverentiam  et amorem  dilecti mei domini Gondisalvi  conchensi episcopi sub sigillo novo privilegium praedictum iterum confirmari mandans  et firmiter  praecipiens  quod omnia in eodem  privilegio contenta  irrevocabiliter  et absque diminutione  aliqua  observentur. Si quis vero  hanc cartam  infringere in aliquo  diminuere praesumpsit  iram Dei Omnipotentis  plenarie incurrat et regiae parti  mille aureos  in cauto persolvat et dampnum super hoc illatum   restituat duplicatum. Facta carta  apud Vallotatum  XXI  die aprilis

Era M CC LX  nono

Et ego Ferdinandus regnans in Castella et Toleto, Legione  et Galicia Badalle  et Baecia  hanc carta quam fieri jussit manu propria  roboro et confirmo.

Rodericus Toletanae Sedis Archiepiscopus Hispaniarum Primas confirmat

Infans dominus Alfonsus fuit domini Regis  confirmat

Bernardus Compostellanae Sedis  Archiepiscopus confirmat

Mauricius Burgensis Episcopus

Bernardus Segobienis  Episcopus Gonzalvus Conchensis Episcopus .

 

Traducción: Cat. Cuenca, Institucional, Caja  4, nº 71

Sea conocido por todos, tanto presentes como futuros, que yo, Fernando,  por la gracia de Dios Rey de Castilla, Toledo, León y Galicia encontré  un  privilegio concedido por mi abuelo, el Ilustre Rey Alfonso, de feliz memoria, en este modo. Entre otras cosas hay que cumplir las obras de piedad y sobre todo es conveniente  para los reyes amar y honrar a las iglesias  de Dios y enriquecer a éstas con recursos  propios de las cosas temporales en cuanto que por las intercesiones y méritos de los hechos de los que son celebrados por la memoria   en estas iglesias y por las devotas preces de los ministros pueda conseguir siempre  con divinas complacencias el perdón  constante de sus  juveniles delitos y  merezca en el futuro obtener el premio divino de la eterna recompensa.

Por lo tanto yo, Alfonso, por la gracia de Dios, Rey de Castilla y de Toledo, junto con mi mujer Leonor, Reina, y con mi hijo Fernando, por la intercesión de la divina bondad por las almas de mis padres y la propia salvación  hago esta carta de donación, concesión y estabilidad  a Dios y a la iglesia conquense de Santa María y a Vos, Juan, actualmente obispo y a vuestros sucesores; y a todo el Capítulo de Canónigos de su iglesia  os doy y concedo los diezmos de todos las rentas reales  de Cuenca y de Huete y de Valeria y de Monte Agudo, a saber, de portazgos, de querellas, de guiajes, de la agricultura, de las viñas, de las salinas, de los molinos, de los huertos y de todas las demás cosas que en la dichas villas pertenecen al Rey,   excepto, los pedidos  y fonsaderas. De igual modo  doy y concedo al citado Capitulo de los canónigos los diezmos del portazgo  y de las  salinas y las quintas partes  de Cañete. Todas estas cosas predichas, que de este modo citado os doy, concedo  con derecho hereditario para ser tenidas  perpetuamente y poseídas irrevocablemente y esta página de donación, concesión y estabilidad nuestra y estable para siempre se conserve. Si alguien realmente intentara quebrantar  o debilitar en algo esta carta  incurra plenamente  en la ira de Dios Omnipotente y con Judas, traidor del Señor, sea abandonado a las penas del infierno  y además pague  en garantía  mil libras de oro purísimo a la parte Real y el daño, que a vos o  a vuestra autoridad los impulsores ocasionen, lo devuelvan duplicado. Hecha la carta en Segovia  el 10 de septiembre de 1195

Porque,  realmente, la villa que se dice Moya fue poblada después, también el portazgo  que solía cobrase en Cañete, que ahora es aldea de Moya, se perciba en Moya porque el portazgo que   solía recibirse en Valeria se percibe en Alarcón.  Yo Fernando, por la gracia de Dios Rey de Castilla y de Toledo, de León y de Galicia mando que el portazgo, que  por la donación del Ilustrísimo  rey Alfonso, mi abuelo, recibíais en Cañete,  lo percibáis en Moya y de igual manera el portazgo que se solía recibir en Valeria  lo recibáis en Alarcón. Y se puede ya hace tiempo por respeto de mi ilustrísimo abuelo y por amor  a mi querido señor Gonzalo, obispo de Cuenca, confirmar de nuevo el citado privilegio bajo un nuevo sello, mandando y ordenando firmemente que todas las cosas contenidas en este privilegio irrevocablemente y sin merma alguna  sean observadas. Si alguno realmente intentara quebrantar  o debilitar en algo esta carta  incurra plenamente  en la ira de Dios Omnipotente  y además pague  en garantía  mil libras de oro purísimo a la parte Real y el daño sobre esto ocasionado  devuelva duplicado. Hecha la carta en Valladolid el 21 de abril del año 1231

Yo Fernando,  reinando en Castilla y Toledo, León  y Galicia, Badajoz  y Baeza, esta carta que mandé hacer con mi propia mano consolido y firmo.

Rodrigo,  Arzobispo de Toledo Primado de las Españas  confirma

El Infante señor Alfonso, que fue del señor Rey confirma

Bernardo,  Arzobispo de la Sede de Compostela confirma.

Mauricio, obispo de Burgos, confirma.

Gonzalo, obispo de Cuenca.

Bernardo, obispo de Segovia …..hasta 18 obispos